miércoles, 23 de septiembre de 2009

Capítulo 17. El agua brotada de la piedra. La victoria sobre los amalecitas

El agua brotada de la piedra

17 1 Toda la comunidad de los is-raelitas partió del desierto de Sin y siguió avanzando por etapas, conforme a la orden del Señor. Cuando acamparon en Refidím, el pueblo no tenía agua para beber. 2 Entonces acusaron a Moisés y le dijeron: "Danos agua para que podamos beber". Moisés les respondió: "¿Por qué me acusan? ¿Por qué provocan al Señor?". 3 Pero el pueblo, torturado por la sed, protestó contra Moisés diciendo: "¿Para qué nos hiciste salir de Egipto? ¿Sólo para hacernos morir de sed, junto con nuestros hijos y nuestro ganado?".
4 Moisés pidió auxilio al Señor, diciendo: "¿Cómo tengo que comportarme con este pueblo, si falta poco para que me maten a pedradas?". 5 El Señor respondió a Moisés: "Pasa delante del pueblo, acompañado de algunos ancianos de Israel, y lleva en tu mano el bastón con que golpeaste las aguas del Nilo. Ve, 6porque yo estaré delante de ti, allá sobre la roca, en Horeb. Tú golpearás la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo". Así lo hizo Moisés, a la vista de los ancianos de Israel.
7 Aquel lugar recibió el nombre de Masá –que significa "Provocación"– y de Meribá –que significa "Querella"– a causa de la acusación de los israelitas, y porque ellos provocaron al Señor, diciendo: "¿El Señor está realmente entre nosotros, o no?".
La victoria sobre los amalecitas
8 Después vinieron los amalecitas y atacaron a Israel en Refidím. 9 Moisés dijo a Josué: "Elige a algunos de nuestros hombres y ve mañana a combatir contra Amalec. Yo estaré de pie sobre la cima del monte, teniendo en mi mano el bastón de Dios". 10 Josué hizo lo que le había dicho Moisés, y fue a combatir contra los amalecitas. Entretanto, Moisés, Aarón y Jur habían subido a la cima del monte. 11 Y mientras Moisés tenía los brazos levantados, vencía Israel; pero cuando los dejaba caer, prevalecía Amalec. 12 Como Moisés tenía los brazos muy cansados, ellos tomaron una piedra y la pusieron donde él estaba. Moisés se sentó sobre la piedra, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sus brazos se mantuvieron firmes hasta la puesta del sol. 13 De esa manera, Josué derrotó a Amalec y a sus tropas al filo de la espada.
14 El Señor dijo a Moisés: "Escribe esto en un documento como memorial y grábalo en los oídos de Josué: ‘Yo borraré debajo del cielo el recuerdo de Amalec’". 15 Luego Moisés edificó un altar, al que llamó "El Señor es mi estandarte". 16 y exclamó: "Porque una mano se alzó contra el trono del Señor, el Señor está en guerra contra Amalec de generación en generación".

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